Cermi CyL analiza los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con discapacidad

CERMI Castilla y León y Fundación CERMI Mujeres
han organizado la jornada
Salud sexual y reproductiva
y protección contra la violencia
en mujeres y niñas con discapacidad.
Amaia Maotua y Rocío Molpeceres
han dado esta formación.
Ellas son de la Federación de Asociaciones de Personas Sordas
y de la Federación de Aspace Castilla y León.
Amaia Maortua ha mostrado
la situación de las mujeres con discapacidad
en varios países del mundo.
Rocío Molpeceres ha hablado
sobre los derechos sexuales
de las mujeres con discapacidad
y ha reivindicado el derecho
a tener información sobre sexualidad.
Las participantes han debatido sobre
su derecho a la sexualidad
y sobre cómo se trata a las mujeres
según la discapacidad que tengan.

Más de 25 mujeres con discapacidad debaten sobre la protección contra la violencia en mujeres y niñas con discapacidad y sus derechos sexuales y reproductivos, junto con Amaia Maortua, de Fapscl,  y Rocío Molpeceres, de Aspace CyL, en el salón de actos de la Once de Valladolid 

El Comité Autonómico de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad en Castilla y León (CERMI CyL), en colaboración con Fundación CERMI Mujeres, ha celebrado en el salón de actos de la ONCE en Valladolid la jornada ‘Salud sexual y reproductiva (y protección contra la violencia en mujeres y niñas con discapacidad)’. La formación la han impartido ante más de 25 personas Amaia Maortua, de la Federación de Asociaciones de Personas Sordas (Fapscl), y Rocío Molpeceres, de la Federación de Aspace Castilla y León. 

La mañana ha comenzado con Amaia Maortua, que ha mostrado la situación de las mujeres con discapacidad en varios países del mundo, donde la mujer está discriminada. 

Mientras, Rocío Molpeceres ha hablado sobre los derechos sexuales de las mujeres con discapacidad y el impacto en su salud, reivindicado el derecho a tener información sobre la sexualidad, porque muchas veces se les oculta pensando que se les va a proteger. “El 90 por ciento de las mujeres con parálisis cerebral no ha ido nunca al ginecólogo porque nos consideran niñas eternas. Yo tengo derecho a decidir, siempre que sea posible, quién toca mi cuerpo”.

Asimismo, ha subrayado el cambio que ahora se está teniendo para reivindicar sus derechos, aunque aún falte mucho camino por recorrer. “Si a mí hace 20 años se me hubiese dicho que se me iba a reconocer como mujer no me lo hubiese creído”.

Entre todas las participantes también se ha debatido sobre el derecho a la sexualidad, denunciando la falta de información que tienen en ocasiones y las diferencias que hacen dependiendo de las discapacidades. “A veces se nos prohíbe disfrutar y tener hijos. Todo radica en conocer lo que podemos y no podemos hacer, teniendo en cuenta nuestras circunstancias”, explicó Rocío. 

A la vez hizo hincapié en la necesidad de alcanzar tres objetivos:  conocer, aceptar y sentir satisfacción “para sentirnos queridas y completas como mujeres”. 

 Entre las obligaciones que conllevan esos derechos se enumeró la necesidad de tratar a todo el mundo con consideración, respetar la vida privada e intimidad, respetar su manera de ser y cuidar su salud. En este punto reflexionaron sobre el papel de la sanidad, donde todavía no hay los suficientes recursos para atender a las personas con discapacidad y ser mucho más accesible.

La sobreprotección, el desconocimiento, la falta de identificación con la sociedad y la infantilización también se pusieron encima de la mesa para ver las dificultades que existen a la hora de defender los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con discapacidad. “No nos lo han explicado nunca y por eso no sabemos cómo actuar”.

 Finalmente, debatieron sobre el embarazo en las mujeres con discapacidad, donde, para ellas, el problema no es físico, sino que está más bien en las cabezas de las demás, tal y como comentó Amaia Maortua.

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